martes, 21 de septiembre de 2010

Lluvia

La tarde adormilada por el sol, y con unas cuidadosas nubes que no quieren molestar, pero que necesitan llorar. El verano se va y con el buenos momentos que albergarán en mi corazón siempre. La lluvia arrastra por las calles lo que la gente tiró y despreció, sin darse cuenta que quizás tiraron o despreciaron algo que ya no podrán tener.
Una taza de té, o un café con leche mientras observo la lluvia, que va limpiando todo y dejo que me toque, y alargo la mano para tocarla y sentirla, y lleno de vida me hace sentir.
Un bello final para el verano, pero aunque el verano acabe el amor perdura, imbatido por el tiempo, immortal a las personas, el amor se halla en ti.

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